La directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Begoña Nieto, ha planteado hoy la necesidad de aplicar una gestión inteligente de los recursos hídricos con un enfoque integrador, para garantizar la sostenibilidad medioambiental de los regadíos, dada la delicada realidad hidrológica española y la demanda de agua de la agricultura.
Un reto, ha señalado, al que ya ha respondido el sector del regadío, que ha realizado un gran esfuerzo para modernizarse y adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales, para producir más con menos.
Así ha iniciado su exposición sobre las implicaciones medioambientales del regadío, durante la presentación de la Jornada “Evaluación Ambiental, Directiva Marco del Agua y Cambio Climático en relación con el regadío” que, organizada por el Ministerio, se celebra en el Centro Nacional de Capacitacion (CENTER) del Departamento. Una Jornada, ha afirmado Nieto, con la que el Ministerio quiere contribuir al desarrollo de una agricultura de regadío más competitiva, sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
AHORRO DE AGUA
La directora general ha puesto en valor las obras de modernización de regadío realizadas en España, que han afectado a 1.790.000 hectáreas, ya que esto ha permitido transformar los antiguos sistemas de riego de gravedad en sistemas de riego a presión, que permiten un uso más eficiente del agua, y conllevan la disminución de la presión sobre las masas de agua.
Estos cambios, ha explicado, han permitido que, desde el año 2000, en que comenzó la modernización tal y como la conocemos, el ahorro acumulado producido haya sido de 9.673 hm3. De este modo, se ha logrado en el periodo indicado un ahorro medio anual de 691 hm3.
En cuanto al uso de este recurso hídrico, Nieto ha resaltado que siempre se realizabajo el control de los órganos de cuenca, que son los encargados de su gestión, por lo que el regante solo utiliza el volumen de agua superficial o subterránea que el gestor de agua le asigna.
Además, la directora general ha hecho hincapié en la estricta aplicación de la evaluación ambiental en todas las actuaciones de regadío que se realizan, tanto si son de transformación como si son de modernización, de acuerdo con la legislación vigente. Una evaluación de planes y proyectos, ha apuntado, que estudia los efectos de la actuación de regadío sobre la biodiversidad, el paisaje, la flora y la fauna, y garantiza una adecuada prevención de los impactos ambientales.
DIRECTIVA MARCO DEL AGUA
En su análisis sobre los aspectos medioambientales del regadío, Nieto ha destacado también el papel de la Directiva Marco del Agua, ya que suponeun importante salto cualitativo en la política del agua europea y española, a través de la introducción del concepto de la gestión integrada de los recursos hídricos y de una perspectiva fundamentalmente medioambiental en cuanto a la planificación de cuencas hidrográficas.
Esto ha exigido un importante esfuerzo a los organismos de cuenca, para incorporar esta nueva perspectiva de la gestión del agua en los nuevos planes hidrológicos de cuenca en España, ha señalado la directora general.
Nieto ha finalizado su intervención abordando la relación entre cambio climático y regadío, un aspecto, ha resaltado, muy importante para la agricultura, ya que deberá adaptarse a los efectos ocasionados por una mayor variabilidad de las precipitaciones y la elevación de las temperaturas, como consecuencia de las alteraciones climáticas.
Esto plantea la necesidad de administrar el agua disponible de forma sostenible, mejorando la productividad del agua en los sistemas agrícolas actuales, un objetivo, para cuya consecución es fundamental la modernización e innovación en regadíos, ha concluido Nieto.