Finalizan las obras de adecuación entre la Plaza de la Goleta y Marqués de los Vélez

Finalizan las obras de adecuación entre la Plaza de la Goleta y Marqués de los Vélez

La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad ha finalizado las obras de ordenación entre la Calle Marqués de los Vélez y la Plaza de la Goleta, actuación contemplada dentro del proyecto de nueva ordenación de las calles Carlos V y Marqués de Montemar. Hassan Mohatar se ha trasladado este mediodía hasta el barrio del Industrial para comprobar in situ la remodelación acometida, una intervención que ha contado con un presupuesto de adjudicación de 675.689,51 euros y que ha sido ejecutada durante los últimos cinco meses por la empresa Ferrovial Construcción, S.A.

Audio del consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad 

La remodelación se ha llevado a cabo sobre una superficie de 4.585 metros cuadrados y con ello se ha conseguido mejorar la movilidad urbana, se han establecido o ampliado corredores peatonales, se ha potenciado el urbanismo de proximidad y se ha reducido la velocidad de circulación en el barrio. Además, se han creado Itinerarios Peatonales Accesibles.

Antecedentes

El Barrio Industrial se ha ido reconvirtiendo en las últimas décadas, pasando de ser una zona dedicada a elaboración de conservas y salazones, talleres de reparación de automóviles y otros usos similares, a ser un barrio netamente residencial, dotado también de actividad comercial y hostelera.

En la actualidad sus edificios se han venido renovando, siendo una zona de notable interés para quienes desean adquirir una vivienda, si bien quedan aún un cierto número de solares sin edificar y de edificios antiguos de planta baja.

En esta zona se detectaban fundamentalmente dos problemas: las calles presentaban una urbanización inadecuada y había un gran déficit de zonas verdes y espacios libres.

La inadecuación de la urbanización se basaba en la escasa anchura de las aceras de los principales viales (Marqués de Montemar, Carlos V, Comandante Aviador García Morato, etc.), así como su falta de arbolado y mobiliario urbano, contando en algunas de ellas con dos anchos carriles de tráfico, lo que favorecía la existencia de numerosos aparcamientos en doble fila, provocando constantes y peligrosos cambios de carril. A ello se unía una baja calidad estética y de materiales para una zona residencial de este interés.

En definitiva, los espacios públicos del Barrio Industrial se destinaban muy mayoritariamente a los vehículos (circulación y aparcamientos), siendo mínimos los espacios destinados al peatón, fundamentalmente aceras estrechas, sin ninguna plaza o zona de encuentro, descanso y relación de los vecinos.

Por parte de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad se realizó un estudio previo con el objetivo de conseguir una transformación del conjunto del barrio encaminada a lograr una urbanización armónica y con grandes posibilidades de disfrute por los ciudadanos, con aceras más anchas y numerosos espacios de estancia y relación para todas las edades, complementados por las terrazas hosteleras que podrán instalarse en los mismos. Todo ello sin renunciar al uso ni al aparcamiento del vehículo en el interior del barrio, haciéndolo en las condiciones razonables de cantidad, finalidad (evitando tráfico de paso), velocidad y calmado que lo hagan compatible con el bienestar de los residentes y del resto de usuarios del barrio.

Estos estudios fueron presentados a la Ciudad Autónoma, gozando del visto bueno de todas las entidades, en especial de las personas que viven en él, representadas por las asociaciones de vecinos del mismo.

Estas vías tienen una intensidad de tráfico rodado importante que circula por el interior del barrio, al atravesarlo la primera transversalmente en su totalidad con una conectividad directa con todo el tráfico que proviene de las calles General Polavieja, Hospital Militar y Álvaro de Bazán, y longitudinalmente la segunda. Representaba igualmente un gran problema el constante aparcamiento en doble fila, que daba lugar a atascos constantes.

Las aceras y calzadas se encontraban en un estado lamentable de conservación; en la Calle Marqués de Montemar las aceras en general tenían una anchura comprendida entre 1,60 a 1,80 metros, mientras que en la calle Carlos V eran de 1,85 a 1,90 metros, reduciéndose aún más por la invasión de la parte delantera de los vehículos al aparcar en batería, por la ubicación inadecuada de farolas, bancos, papeleras, y algún que kiosco o terraza de restaurante.

La única zona donde no se ha actuado es sobre el pavimento de la Gasolinera existente, por la dificultad que entraña cualquier actuación debido a los depósitos enterrados de combustible existentes.

Descripción de las obras

La actuación ha consistido en la reforma los viales, redefiniendo los espacios peatonales y rodados, con las siguientes características para ambas calles:

  • Carril único central para el tráfico rodado de 3,50 metros de ancho (1.080 metros cuadrados de calzada).
  • Doble banda de aparcamientos en batería de 4,90 metros de ancho (81 plazas).
  • Aceras de ancho de banda peatonal accesible cercano a los 3,0 metros, ampliándose en las intersecciones de la calle con las transversales existentes a lo largo de su recorrido mediante la creación de orejetas en las esquinas (1.750 metros cuadrados de acera).

En cuanto a los servicios urbanísticos, se han acometido las siguientes actuaciones:

  • Renovación del alumbrado público existente en toda la zona de actuación, dotándolo de sistemas de iluminación LED (17 farolas).
  • Creación de una red de distribución de agua para riego desde la existente en la Calle Marqués de Montemar para dar servicio a toda la zona de actuación, creando además una red de riego para las áreas ajardinadas y nuevos árboles a plantar (125 ml de red de agua).
  • Extensión de la red de fibra óptica de la Ciudad Autónoma de Melilla (187 ml de red de FO).
  • Modificación de la red de saneamiento, adaptándolo a las necesidades del drenaje superficial.