El 17 de agosto se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Peatón, una celebración que está promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año 1897, cuando se registró el primer accidente de tráfico con una víctima peatonal. La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad se suma a esta conmemoración y lo hace recordando algunos de los avances alcanzados para proteger al viandante.

La figura del peatón posee una fuerte relevancia en las ciudades, dada su doble faceta: la de habitante y la de usuario del modo de transporte más básico. Es por esta doble faceta que se puede considerar la “peatonalidad” como el modo de transporte que mantiene una relación directa e intensa entre el habitante urbano y la ciudad a través de los sentidos, a la vez que le permite interaccionar con otros peatones, participar de la actividad comercial y cultural en las calles, o apreciar el entorno natural y arquitectónico.

Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS)

En el propio PMUS contamos con apartados donde se detalla el sistema de transporte no motorizado. Para ello se hizo un análisis de la situación existente, en la que se estableció que el 42% de los desplazamientos diarios eran no motorizados. Tal y como se recoge en el PMUS: “En la práctica, la movilidad en modos no motorizados no se ha reconocido en Melilla, a pesar de ser del orden del 42% del total de los desplazamientos. Ausencia de itinerarios urbanos y microredes de barrio para los modos peatonales… Los corredores principales de la red viaria que existen no conectan bien ni transversalmente ni en sus terminales. En algunas vías están incorrectamente resueltas con ámbitos de circulación de entre 3 y 5 metros por carril de circulación”.

Según el PMUS, el espacio utilizado para la circulación rodada es del 77%, mientras que para el tránsito peatonal y las funciones estanciales tan solo se destina el 23%. Para poder recuperar parte de este espacio, se ponen en marcha una serie de medidas.

No obstante, a la introducción de criterios para la potenciación de los sistemas peatonales, hay que procurar que, desde el PGOU y otros planeamientos o proyectos, se modifiquen las tendencias motorizadas del modelo urbanístico y territorial para tener una garantía de éxito a medio plazo.

En síntesis, desde el Plan de Movilidad se han propuesto:

• Mejorar las condiciones de acceso hacia los equipamientos básicos.
• Organizar ejes e itinerarios seguros
• La puesta en valor de espacios públicos y zonas patrimoniales

Hay medidas que durante estos años se han ido implementando, y se continuarán en el futuro, como son:

• Pasos de cebra elevados a nivel de aceras, que contribuyen al calmado de tráfico y mejoran la visibilidad del peatón al atravesar la calzada.
• Creación de ‘orejetas’ en los pasos peatonales. Este tipo de soluciones presenta como ventaja ampliar el ámbito peatonal, acercando al usuario al cruce de la calzada, lo que disminuye la longitud de cruce, mejora su visibilidad y con ello la seguridad en el paso de la calzada.
• Caminos escolares accesibles y seguros.
• Ampliación de aceras y eliminación de barreras arquitectónicas.
• Creación de nuevos itinerarios peatonales accesibles.
• Diferentes peatonalizaciones en viales, sobre todo en la zona centro.
• Reordenaciones urbanísticas en barrios, creando viales en plataforma única, de prioridad peatonal.
• Creación de nuevas zonas de estancia y de esparcimiento peatonal
• ….

Melilla forma parte de la Red de Ciudades que Caminan

La Ciudad Autónoma de Melilla pertenece a la Red de Ciudades que Caminan. Es una asociación internacional sin ánimo de lucro, abierta a ayuntamientos y otras administraciones públicas comprometidas con la caminabilidad. Su objetivo principal es que los viandantes sean los máximos protagonistas de la movilidad urbana y del espacio público.

La integración en la Red de Ciudades que Caminan implica un compromiso con la mejora del espacio público como lugar para caminar, estar y socializar, abordando proyectos para fomentar la caminabilidad y, en relación con ésta, la movilidad sostenible, la accesibilidad universal, la seguridad vial, la calidad del medio ambiente urbano y la autonomía infantil.

Metrominuto

A su vez, Melilla también cuenta con un metrominuto. Consiste en un mapa sinóptico que mide distancias y tiempos caminando entre unos cuantos puntos de la ciudad. Tiene los códigos visuales de los mapas de metro, como un guiño a uno de los modos de transporte significativos de las grandes urbes, si bien en nuestro caso se puede aplicar a ciudades de cualquier tamaño.

La iniciativa consiste en la creación de un mapa esquemático que representa las principales centralidades de la ciudad (servicios, plazas, parques, centros de barrio…) y la distancia entre ellas, expresada en metros y en minutos.

Su finalidad es desdramatizar la cultura del caminar, poniendo en evidencia la proximidad entre lugares reconocibles de la ciudad. Al tratarse de distancias cortas y tiempos breves, nos predisponemos mejor a caminar hasta nuestro destino, eligiendo el medio pedestre para nuestros desplazamientos.

Ciudad 30

En marzo de 2019, se publicó en Boletín Oficial de Melilla la declaración de Ciudad 30. En dicha declaración se aprobó el modelo de Red Básica Viaria y Melilla se sumó al proyecto Ciudades 30, a la vez que se anulaban todos los aspectos del PMUS que contravenían esta propuesta. Pese a dicha declaración, todavía el Área de Movilidad continúa trabajando para que Ciudad 30 sea una realidad.

En resumen, caminar es el modo de transporte más natural y propio del ser humano, por tanto, debe ser el principal. Un camino inspirado por la reducción de emisiones contaminantes, que cada año causan alrededor de medio millón de muertes prematuras en la región de Europa definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero no es el único motivo. Con esta iniciativa se promueve el ejercicio físico, además de que se dinamiza la ciudad, haciéndola más humana.

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