Los trabajos para adecentar la desembocadura del Río de Oro están al 80 por ciento y estarán finalizados con total seguridad a mediados de marzo, e incluso cabe un pequeño adelanto. Así lo han podido comprobar esta mañana el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y el consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, en la visita que han realizado a la obra.

La inversión de la Consejería asciende a algo más de 653.000 euros, presupuesto que sirve para intervenir sobre una superficie de 10.200 metros cuadrados. En concreto se está trabajando sobre los últimos 275 metros del río, tramo de la desembocadura que llega hasta los 36 metros de ancho y donde se generaban muchos problemas, sobre todo plagas de mosquitos, por el agua estancada en la zona.

Para erradicar de pleno este tipo de incidencias se construirá un estanque de 720 metros cuadrados, cuyo cometido será renovar de forma continua el agua que fluye hacia el mar. Este estanque también ofrecerá una imagen visual mucho más atractiva con varias fuentes en su interior.

Es precisamente la parte del proyecto que queda por ejecutar, puesto que hasta la fecha se ha trabajado en la renovación y consolidación de la solera del cauce y también en los muros que conducen el río en sus márgenes.

Las obras, como ha recordado el presidente autonómico, cuentan con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, dado que el río está bajo su dependencia. Juan José Imbroda también ha adelantado la posibilidad de extender esta intervención al resto del cauce del Río de Oro.