Plan de prevención de la sequía
Los responsables de la Consejería de Medio Ambiente y de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) mantuvieron ayer una reunión para abordar el denominado Plan de sequía, iniciado en toda España por la reducción de lluvias y la progresiva desertización del terreno.
El consejero de Medio Ambiente, Ramón Gavilán, explicó ayer que el agua de los acuíferos que abastecen a la ciudad de agua se va reduciendo poco a poco, ya que necesitan el agua de lluvia para su recarga. Si el periodo de sequía continúa, el pantano de las Adelfas, para lo que el Ministerio de Medio Ambiente sacó por emergencia y está ejecutando las obras de la línea eléctrica de alimentación y la planta de afinos, no podrá llenarse pese a haberse construido, y si la desaladora no termina de construirse, el próximo año Melilla sufrirá “un problema grave y serio” de abastecimiento de agua.
El problema está en el retraso de las obras de la desaladora, proyecto bajo responsabilidad del Ministerio de Medio Ambiente que se lleva a cabo en los acantilados de Aguadú y que se está viendo retrasado por los problemas del terreno en el que se construye.
Entre las alternativas, Gavilán mencionó la posibilidad de traer agua de la Península a través de un buque-tanque. Sin embargo, esta solución plantea “muchas dificultades” porque un barco no sería capaz de traer de una sola vez los 29 millones de litros diarios que se consumen actualmente en Melilla, ya que un barco lo más que puede traer de agua son 8 ó 10 millones de litros diarios dado el calado existente en el Cargadero del Mineral, donde se encuentran las tuberías de conducción.